El 5 de julio de 1984, el Napoli presentaba en un colmado estadio San Paolo -que ahora lleva el nombre de Maradona- como su nuevo jugador al histórico futbolista argentino.
Maradona llegaba ya como estrella, procedente del Barcelona, pero fue allí, en Napoli, donde su figura se agigantó. En esa tarde calurosa de verano, el argentino vestido de una remera blanca y una campera celeste y sus rulos al sol, saludó con los brazos en alto a los 80.000 hinchas presentes en el estadio y luego comenzó a hacer malabares con la pelota ante un público, que de inmediato quedó flechado por su genialidad.
Ese 5 de julio comenzaba uno de los romances más fuertes que el fútbol ha visto jamás y que, pese a la muerte del ídolo el 25 de noviembre de 2020, parece no tener fin. Por 14.000 millones de liras (10,5 millones de dólares), cifra que pagó el club italiano al Barcelona, Napoli comenzó a ver de inmediato los primeros frutos de esa inversión.
Y Maradona retribuyó esos millones con toda su magia y goles que hicieron historia en el conjunto napolitano. Hizo brillar a un equipo que era considerado casi de Serie B y que se había salvado del descenso milagrosamente por tres temporadas seguidas.
Llevó al Napoli a lo más alto del fútbol mundial y se enalteció como el referente de la disputa de clases de una sociedad italiana dividida y cuyas luchas se llevaron al campo de juego. Allí Maradona, con sus triunfos dentro de la cancha, simplemente se hizo inmortal para la ciudad de Napoli.
Y con "El Diego", Napoli ganó cinco títulos: los scudettos de la Serie A 1987 y Serie A 1990, la Copa Italia 1987, la Copa de la UEFA 1989 y la Supercopa 1990. Además, Maradona anotó 115 goles y dio 78 asistencias en 259 partidos jugados, fue el máximo artillero de la liga italiana en 1987 y de la Copa de Italia en 1988.
Títulos considerados históricos en el fútbol italiano, porque era una liga dominada por los clubes poderosos, los del Norte, como Milán, Inter, Juventus, que aún mandan en ese país. Pero, en aquel entonces, se vieron superados por uno del Sur comandado por Maradona, la estrella que iluminó a una formación sin grandes figuras.
Ole
