Miles de israelíes salieron el sábado por la noche a las calles de ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa exigiendo el regreso, a través de un acuerdo con Hamás, de los 50 rehenes que siguen en Gaza, en la primera manifestación de este tipo en dos semanas debido a la ofensiva contra Irán y el estado de emergencia decretado en el país.
"David sigue allí: 631 días en un túnel, sin aire, sin luz, sin comida. El miércoles, nuestras hijas cumplirán cinco años. De nuevo, desearán que su padre regrese a casa. De nuevo, no tendré respuesta. ¿Cómo puedo decirles que en este país, su país, nadie ha traído a su padre de vuelta?", dijo en Tel Aviv la exrehén Sharon Aloni-Cunio, cuyo marido argentino sigue cautivo.
"La guerra con Irán terminó con un acuerdo. También la guerra con el Líbano. Ahora es el momento de poner fin a la guerra en Gaza, con un acuerdo que recupere a todos los rehenes. No por etapas. No a algunos ahora, a otros después. A todos. David, no me rendiré contigo. Y le pido a este país: que tampoco se rindan con él. Este es el momento de tomar decisiones morales e históricas", añadió la madre de dos niñas gemelas.
Además, también hubo una marcha más minoritaria en Jerusalén, cerca de la residencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, mientras que otro centenar de personas protestaron frente a la vivienda del presidente Isaac Herzog, en el exclusivo barrio de Tzahala en Tel Aviv.
En un comunicado, estos manifestantes acusaron a Herzog y las peticiones recientes de cancelar el juicio penal contra Netanyahu, de ser "un cómplice pleno en la transformación de la guerra en Gaza en una guerra política eterna en la que los secuestrados y los combatientes son sacrificados únicamente en el altar de la supervivencia de Netanyahu en el poder".
En la plaza de Tel Aviv podían verse fotos de rehenes ya muertos, carteles con el número 50 -los que quedan retenidos en Gaza, de ellos al menos 28 muertos-, además de las habituales banderas amarillas.
"Solo resurgiremos de las ruinas cuando regrese el último rehén. Y cuando (mi hijo) Matan regrese a casa, cuando regresen todos los olvidados, reescribiremos ese contrato entre el Estado y sus ciudadanos; no con tinta, sino con lágrimas, dolor, amor y la sangre de los caídos", dijo esta noche Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker, en la protesta que tuvo lugar en la ya conocida como Plaza de los Rehenes en Tel Aviv.
Noticia al Día / EFE