La Puerta es un lugar agradable ubicado en el estado Trujillo, se encuentra estratégicamente a más de 1700 metros sobre el nivel del mar, hace honor a su apelativo de "La Puerta de los Andes".


Su clima benigno, con temperaturas diurnas que oscilan entre los 20 y 22 grados centígrados dando así climas frescos en el día y noches frías que descienden hasta los 15 o 16 grados, la convierte en un refugio natural para los marabinos que buscan un respiro del calor caribeño.
Fundada el 9 de agosto de 1620 bajo la advocación de San Pablo Apóstol del Momboy, La Puerta ha sabido conservar su encanto colonial andino, caracterizado por sus casas de techos rojos que salpican las laderas de montañas de un verde exuberante.
Su emblemática laguna añade un toque de serenidad al paisaje, atrayendo tanto a visitantes como a lugareños.


Más allá de su atractivo turístico, La Puerta se alza como un importante centro agrícola, donde la tierra fértil produce una variedad de cultivos esenciales como cebollas, papas, tomates, lechuga, zanahorias y repollo. La floricultura también florece en la zona, con extensos cultivos de rosas y claveles que añaden color y fragancia al entorno.
En el corazón del pueblo, la iglesia San Pablo Apóstol se erige como un testimonio de la arquitectura católica, andina y colonial. En su interior se venera la imagen de la Señora de la Paz, patrona del estado Trujillo, convirtiendo el templo en un punto de interés religioso y arquitectónico.

A pocos pasos se encuentra la histórica plaza Bolívar, un espacio lleno de verdor donde, según la tradición, el Libertador Simón Bolívar hizo una parada en 1813 durante la Campaña Admirable. Sus árboles centenarios, flores multicolores y el contraste con la fragancia de los pinos invitan al descanso y la contemplación.

Alrededor de la plaza Bolívar, un bullicioso ambiente comercial espera a los visitantes. Heladerías, cafeterías, panaderías y restaurantes ofrecen una muestra de la gastronomía como platillos típicos la sopa teóloga, el shambar, el cabrito con frijoles, sudado de pescado a la norteña, frito trujillano y el pepián de pavita. Así mismo, tiendas de ropa y licorerías complementan la oferta, mientras que los artesanos de la zona, quienes exhiben con orgullo sus creaciones hechas a mano.

Una visita a La Puerta no está completa sin adquirir alguna de las artesanías características de la región. Las tradicionales muñecas de trapo, los carritos de madera tallada, los juegos de tazas de arcilla y cerámica, los adornos en madera, los tejidos y los bordados son solo una muestra del talento, elaborado con dedicación y amor.

La Puerta ofrece una amplia gama de opciones de alojamiento para todos los presupuestos y preferencias. Desde el clásico Hotel Guadalupe y el moderno Hotel Cordillera, hasta numerosas posadas familiares y acogedores apartamentos, los visitantes encontrarán el lugar perfecto para descansar y disfrutar de la tranquilidad del pueblo.

Por otro lado La Puerta, con su clima privilegiado, sus paisajes montañosos, su rica historia y su vibrante actividad agrícola y artesanal, se consolida como un destino turístico imperdible a poca distancia de Maracaibo. Una escapada a este encantador pueblo trujillano promete una experiencia enriquecedora, llena de frescor, tradición y la calidez de su gente.

Texto: Bleidys Sanchez /Pasante
foto: Cortesía La Puerta de los Andes
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