Una escena conmovedora sacudió la rutina escolar en el Liceo Bolivariano de Yaracal. Los estudiantes de quinto año, lejos de optar por una figura tradicional, decidieron reconocer al vendedor de chicha que los ha acompañado durante años, nombrándolo padrino de promoción.
El gesto, cargado de afecto genuino, fue captado en video. Allí se puede ver al homenajeado, visiblemente emocionado, sorprendido por un nombramiento que le cambió el día, y quizás la vida. Un estudiante tomó el micrófono y, con la voz quebrada por la emoción, explicó el motivo: “No queremos a alguien por su título, queremos a alguien que nos haya apoyado de verdad… alguien que nos inspire”.
La elección rompe con la formalidad académica y pone en el centro a los verdaderos héroes cotidianos. Ese vendedor que, día a día, con su carretilla y una sonrisa, se convirtió en parte esencial del entorno escolar.
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