Un clamor de justicia, silenciado por el dolor, es lo que llevan por dentro los familiares de aquellas mujeres y niñas que han sido asesinadas en Maracaibo.
Cada segundo sin respuesta agudiza sus esperanzas, aun cuando estos asesinatos sacudieron la entidad zuliana.
Isabel Aizpurua
El caso de la niña Isabel Aizpurua, asfixiada por su vecino Luis Ferrer, enardeció a la comunidad de La Arreaga, en Haticos por Abajo.
Ferrer llegó a la vivienda de la pequeña y se ganó la confianza de su padre. Poco tiempo después, comenzó a pasear por esas calles de arena agarrado de mano con la niña Isabel.
Los ciudadanos que veían a diario ese inusual acercamiento captaban las perversas intenciones que tenía Ferrer con la menor. Muchas veces se lo dijeron a sus padres, pero estos hicieron caso omiso.
"A su padre le llevaba comida y a la niña le compraba caramelos y todo lo que pudiera para meterla en su vivienda", gritaban los vecinos la mañana de ese 10 de octubre del 2023, cuando se regó la voz del brutal crimen.
El hombre, de unos 65 años, huyó hacia su país natal, Colombia. Meses después circuló un video donde se le vio caminando por las calles de Cartagena, pero su ubicación no pasó a mayores, nunca tuvo alguna orden por Interpol y a casi dos años de cometer este asesinato, posiblemente, sigue con su vida.
Hallada en la C-2
La mañana del 25 de agosto del 2024, fue encontrado el cadáver de una mujer en toda la vía de la circunvalación 2, a la altura de Farmatodo.
El aterrador hallazgo no pasó desapercibido y los gritos de quienes la encontraron atraían a los demás ciudadanos que apenas salían o regresaban a sus casas.
La víctima de este fatídico suceso quedó identificada como Mariangel Rosales Delgado, de 37 años. La mujer fue estrangulada y todos sus familiares señalaron a su pareja de apellido Fattal.
Este hombre, cuya fotografía sigue circulando en redes sociales, se dio a la fuga. Su rastro se perdió de las investigaciones realizadas por el CICPC y el crimen de Rosales quedó en el recuerdo de sus parientes, aquellos que aún esperan esa justicia terrenal.
Asesinada en casa
Tres balazos fueron asestados hacia Yulimar Chiquinquirá Fuenmayor Fuenmayor, cuando se encontraba dentro de su casa, en el sector Curarire de la parroquia San Isidro, en Maracaibo.
Sus atacantes entraron sigilosamente a la residencia, pero la fémina logró visualizarlos y corrió; sin embargo, sus verdugos solo la dejaron llegar a un extremo del inmueble cuando accionaron su pistola y antes que el reloj marcará las 7:00 su cuerpo yacía tendido en el piso.
Los tres tiros fue "el despertar" de sus vecinos más cercanos, quienes más tarde se encargaron de regar el asesinato perpetrado la mañana de ese 12 de febrero del presente año.
Estos tres crímenes quedaron bajo "la lupa" de sus investigadores y su acostumbrado "caso esclarecido" quedó pendiente para la sociedad.
Noticia al Día