El Papa experimentó en primera persona el modo de trabajar del personal médico y paramédico. También a la luz de esta historia que le ha tocado personalmente, siente la necesidad de expresar su especial oración por aquellos que "no siempre son ayudados a trabajar en condiciones adecuadas y, a veces, incluso son víctimas de agresiones".
Las palabras del Papa son particularmente pertinentes si consideramos que los últimos datos, publicados el pasado mes de marzo y contenidos en el tercer informe de Fnomceo (Federación Nacional de Asociaciones Médicas) y Censis, son muy preocupantes: estamos hablando de más de 18 mil agentes sanitarios agredidos en un año. Cada empresa sanitaria italiana sufrió, de media, 116 episodios de violencia, con un aumento del 5,5% respecto a los 12 meses anteriores.
Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada. Espero que se inviertan los recursos necesarios en la atención y la investigación, para que los sistemas de salud sean inclusivos y atentos a los más frágiles y a los más pobres.
"Experimento la caricia cariñosa de Dios"
"Queridos, así como durante la hospitalización, también ahora en mi convalecencia siento el “dedo de Dios” y experimento su caricia protectora. En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo sanitario, pido al Señor que este toque de su amor llegue a cuantos sufren y anime a cuantos los cuidan".
Inspirándose en el Evangelio de hoy en el que el apóstol Juan narra el episodio de la adúltera y el riesgo de ser lapidada, el Papa se centra en ese dedo de Jesús que escribe en la arena "una nueva historia" para esta mujer, el "dedo de Dios" que salva y libera, subraya Francisco.
Noticia al Día/Vatican News