Sábado 17 de mayo de 2025
Opinión

“Mis defensas al nacer”(por la Dra. Elizabeth Coromoto Ferrer B.)

DRA. ELIZABETH COROMOTO FERRER B. “MIS DEFENSAS AL NACER.” El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo contra…

“Mis defensas al nacer”(por la Dra. Elizabeth Coromoto Ferrer B.)
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DRA. ELIZABETH COROMOTO FERRER B.

“MIS DEFENSAS AL NACER.”

El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo contra las infecciones, ataca los gérmenes invasores y nos ayuda a mantenernos sanos.

Definiendo lo que significa el “Sistema Inmunológico”, decimos que se trata de un conjunto de estructuras y procesos biológicos en el interior del organismo, que permite mantener la homeostasis, o equilibrio interno, ante agresiones externas de naturaleza biológica (agentes patógenos) o fisicoquímicos (contaminantes o radiaciones) e internos (como las células cancerosas); condicionados por muchos factores, algunos intrínsecos del ser humano, como la edad y enfermedades asociadas, además de otros extrínsecos, como la temperatura o localización geográfica.

En el Recién nacido su sistema inmune es producto de la maduración de órganos encargados de generar respuestas, hígado, timo y bazo; además de lo que se trasmite desde la Madre, de componentes inmunológicos, siendo su alimentación con leche materna la primera forma de transferencia positiva extrauterina. Con la leche materna el Recién nacido, tiene el complemento perfecto para este inmaduro sistema inmune. Es la alimentación optima, por su contenido de factores bioactivos protectores de infecciones.

Al nacer, hay exposición a un grupo de patógenos con los que no hubo contacto y no hay protección para esto, las madres transfieren la protección pasiva en forma de anticuerpos. Este sistema Inmunitario, es producto del ambiente inmunitario durante el embrazo, su componente principal de protección trasferido a través de la placenta.

La respuesta inmunitaria es la forma como el organismo reconoce y se defiende así mismo contra bacterias, virus y sustancias extrañas; esta respuesta es inmadura, no hay memoria inmunológica frente a la infección, adquiriéndola a medida que entra en contacto con los antígenos.

Hay inmunidad pasiva, la inmunidad innata o natural comienza a desarrollarse durante la gestación y su maduración comienza al momento del nacimiento, paralelamente por la transferencia pasiva (Ig.G) materna, dependiendo estrechamente del sistema inmunitario materno, su inmunidad humoral y celular son deficitarias, a esto se añade, su debilidad por parte de sus barreras de defensas, piel, mucosas, barrera hematoencefalica, prevaleciendo infecciones. Cuando el organismo detecta sustancias extrañas que lo invaden (antígenos), es el sistema inmunitario quien trabaja para reconocerlos y eliminarlos; los glóbulos blancos (leucocitos) desempeñan un importante papel.

Cuando nacemos prematuramente, dependiendo del grado de la prematuridad, el riesgo es mayor de complicaciones graves, potencialmente mortales; se padece de graves inmunodeficiencias, padeciéndose de frecuentes infecciones nosocomiales, dada su larga permanencia en las unidades neonatales, poco desarrollo de sus órganos. Presentándose graves patologías respiratorias, cerebrales, imposibilidad para la alimentación, con bajos niveles de anticuerpos, mecanismos de defensas no específicos, después de las primeras semanas de vida comienza la maduración, la piel madura funcionalmente, siendo mayor la inmadurez de sus barreras naturales.

Al hablar de inmunidad, debemos complementar la importancia de la aplicación de vacunas, para facilitar al sistema Inmune del niño una mejor respuesta ante antígenos frecuentes, de patologías virales o bacterianas; como ejemplos clásicos de aplicación de BCG, Hep B, siendo esto clave para la supervivencia.

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