Miami no es la misma ciudad que acogió a una joven Shakira en los años noventa. Lo dice ella misma, con una mezcla de nostalgia y firmeza. A sus 48 años, la superestrella colombiana ha decidido hablar —y alto— sobre lo que significa ser inmigrante en Estados Unidos bajo la nueva era del presidente Donald Trump. En una entrevista reciente con la BBC, la cantante expresó su preocupación por las políticas migratorias y el impacto que estas están teniendo en la comunidad latina.
“Solo tenía 19 años cuando me mudé a Estados Unidos, como muchos otros inmigrantes colombianos que vienen a este país buscando un futuro mejor”, recuerda. Aprendió inglés leyendo a Leonard Cohen, Walt Whitman y Bob Dylan —no solo el idioma, también la poesía de la resistencia.
Hoy, el país que la vio crecer como artista ha cambiado. Shakira describe el ambiente actual como uno de “temor constante”. El regreso de Trump a la Casa Blanca a inicios de año ha traído consigo un endurecimiento en las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con redadas que han encendido protestas desde Los Ángeles hasta Nueva York.
“La humanidad debe estar por encima de cualquier política”, afirmó. “Ahora, más que nunca, tenemos que alzar nuestras voces”.
La cantante no ha sido la única. Artistas como Olivia Rodrigo, Tyler, The Creator y Kehlani también han condenado lo que consideran una ola de deportaciones violentas. Rodrigo, visiblemente afectada, escribió: “Los Ángeles simplemente no existiría sin inmigrantes”.
Shakira, que dedicó su más reciente Grammy a los “hermanos y hermanas inmigrantes”, se erige hoy como una voz potente en un coro que crece. La música, para ella, es un canal de denuncia, pero también de esperanza. Su mensaje es claro: ningún gobierno debería pisotear la dignidad de quienes llegan buscando una vida mejor.