Sábado 17 de mayo de 2025
Al Dia

Crónica de un Encuentro: La Cultura mostró sus procesos en las Séptimas Jornadas de Impacto Social

La Cámara de Comercio de Maracaibo habilitó su auditorio “César Casas Rincón”, el pasado jueves 15 de mayo, para recibir a quince personalidades e instituciones consagradas al ejercicio de la cultura

Crónica de un Encuentro: La Cultura mostró sus procesos en las Séptimas Jornadas de Impacto Social
Foto: Jesús Lombardi, director del Teatro Baralt, expone. Lo acompañan Gregorio Boscán, Fabiana Adriani de Pardi y Liliana Blanco de Montero. (Foto AB
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La Cámara de Comercio de Maracaibo habilitó su auditorio “César Casas Rincón”, el pasado jueves 15 de mayo, para recibir a quince personalidades e instituciones consagradas al ejercicio de la cultura en la ciudad, para que presentara sus respectivos proyectos, ideas, innovaciones y emprendimientos, como parte de un proceso fundamental para el desarrollo. La séptima edición de las Jornadas de Impacto Social concitaron importantes entes protagónicos del quehacer cultural.

Arq. Jesús Lombardi Boscán, director del Teatro Baralt. (Foto cortesía Raquel Ocando)

Noticia Al Día estuvo presente y desde la crónica de Alexis Blanco registró lo sucedido en El Milagro:

El propósito era insoslayable: “visibilizar proyectos, fortalecer alianzas y reafirmar el papel de todos los sectores en la construcción de una sociedad más justa, creativa y participativa”. De igual manera, se trataba de “sumar ideas, experiencias y acciones que impulsen el desarrollo sostenible desde una visión integradora y solidaria”.

“El callar siempre ha sido el fundamento del teatro. Sin silencio, el habla no se registra, no llama la atención. Sin silencio, no se escucha el texto. Si no se puede escuchar el silencio, tampoco se oye el texto”. Heiner Müller, dramaturgo alemán.

No resultará azarienta la cita del autor de “La máquina Hamlet” si consideramos el motivo de esta reseña. Por iniciativa de María Mercedes Arzac y con el aval de Dino Cafoncelli Tedesco, presidente del importante gremio empresarial, se produjo un importante encuentro donde florecieron ideas, sueños y esperanzas como proyectos y bajo el manto de esa palabra de moda, emprendimientos.

Por gentileza especial del arquitecto Jesús Lombardi Boscán, director del Teatro Baralt, el cronista cultural fue invitado al encuentro. Un foro público donde los representantes de la CCM escucharon una amplia gama de propuestas y de reflexiones atinentes al espacio donde corazones y espíritus fusionan un ritmo de cívico interés común. La estética como principio innovador siempre alimentará cualquier perspectiva de crecimiento y desarrollo socioeconómico.

De estos papiros este cronista tiene un almacén en su memoria. Siempre ha sido como una necesidad conspicua para quienes hacemos (otro detalle clave en esta crónica: quien la escribe es arte y parte del proceso) cultura en Maracaibo esta necesidad de exponerse a través de sus obras y haceres.

Instituciones clave, esencialmente vinculadas a las entidades universitarias de la ciudad, y aún las vinculadas al asunto gubernamental regional y local, protagonizaron el encuentro. Sin embargo, también escuchamos voces independientes y muy representativas, como es el caso de la colega periodista Marlene Nava Oquendo, el maestro curador internacional Jimmy Yánez, el multiplicado músico y compositor Enrique Rincón Canaán, la noble arquitecta Anabelí Vera Marín, o el talentoso comediante Levit Aguilar con su Azularte.

Junto con ellos, las históricas instituciones de la ciudad, como el Teatro Baralt, el Centro de Bellas Artes Ateneo de Maracaibo, el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, la Alianza Francesa de Maracaibo, el Centro Venezolano Americano del Zulia, la Biblioteca Pública María Calcaño, la Dirección de Cultura de las Universidades Rafael Urdaneta y LUZ, y la Facultad Experimental de Arte, además de esa “niña de mis ojos” que siempre ha sido nuestro Museo de Arte Contemporáneo del Zulia.

Es obvio (y sería mezquindad no reconocerlo) que falta un abrumador número de entidades, instituciones y personalidades también consagradas en cuerpo y alma a la tarea de desarrollar, aún en medio de las dificultades, sus respectivos proyectos. Otras jornadas, otros escenarios, habilitarán vías de encuentro y reflexión magníficas, como esta que convocó la CCM y que hoy centra nuestra mirada atenta.

Cinco horas divididas entre quince ponentes. La cita de Goethe nos servirá para algo: “[El genio] por entonces se manifestaba traspasando las leyes vigentes, aniquilando las reglas establecidas y declarándose ilimitado. Por eso [en esa época] era tan fácil ser genial […] Cuando alguien se echaba a andar por el mundo sin saber exactamente a dónde iba ni a qué, se decía que era un viaje genial, y cuando alguien se lanzaba a una empresa desatinada sin objetivo ni utilidad, se decía que era una empresa genial. Hombres jóvenes apasionados, a menudo bien dotados, se perdían en lo ilimitado, y luego, hombres de edad razonables, aunque acaso sin talento, se encargaban, con perverso goce, de presentar al público con colores ridículos tantos fracasos”.

De ninguna manera he pretendido decir que nuestros empresarios carezcan de talento o sean perversos. Por el contrario: son personas como Cafoncelli, Arzac, Amaya Briner Mandalúniz o Claudia Suárez quienes, al concitar esta sesión tan importante, ratifican su visión futurista y en consonancia con los tiempos que se viven. Por ello esa bienvenida de parte de Dino Cafoncelli resultó tan grata.

Inició Anabelí Vera realizando un lógico y pertinente análisis de motivos y así expuso los diferentes términos que involucran la palabra Cultura, tan amplia como la Gran Muralla china o como el delta del río Orinoco. Quince minutos no bastaron para que ella terminase de leer una conferencia que bien podría repetir en otra ocasión expedita. Vendrá, sin duda.

Luego tomó la palabra Liliana Blanco de Montero para hacer saltar los resortes de la memoria. Fue en Bellas Artes donde este cronista inició su tránsito teatral y también donde la ciudad reconoció los tesoros de la artesanía textil wayuu, desde ese telón hecho por Luis Montiel y su taller Mali Mai. También ahí aprendió Maracaibo a escuchar la música clásica desde los instrumentos de la OSM y con eventos como el Festival Latinoamericano de Música Contemporánea. Ahí vimos al Nuevo Grupo desarrollando el mejor teatro venezolano y así por el estilo.

La colega bienamada, en compañía de su histórico equipo de trabajo presentó sus múltiples actividades, unas más resilientes o resistentes que otras, pero todas hechas con ese mismo principio ético que motivó a Oscar D’ Empaire a desarrollar esta titánica labor estética. Una reciente perla para mostrar serían las sendas exposiciones de tres genios muy nuestros: Pedro Morales, Carmelo Niño y Mario Labarca. Finalizó la directora del CBA mostrando un video de La Experiencia de Diana que el lector podría ver en las redes sociales del Ateneo.

Jesús Lombardi Boscán se sentía como en su casa. De 2009 al 2012, durante tres períodos, presidió la CCM. El director del Teatro Baralt desarrolló una ponencia magistral, coronada con un video ad hoc, en donde demuestra su poderosa visión como CEO cultural. Un compendio de acciones ejecutivas para lograr autofinanciamiento, mantener el edificio histórico y su dimensión como tal, los proyectos de gestión de procesos, como el patio de encuentro público que honra el nombre de su madre poeta importante de la ciudad; la librería-café; las escuelas de arte; las 14 compañías residentes, que abarcan todos los géneros y disciplinas artísticas y permanecen más activas que nunca; el nunca bien ponderado Paseo de las Estrellas y esa continua interacción con todas las instancias que integran el espectro cultural local, nacional e internacional; su plena vinculación con el entorno comunitario del centro de la ciudad, en síntesis, eso que este cronista de medio siglo le ha dado por denominar “El Baralt Cívico”.

Todo esto rubricado en un audiovisual de diez minutos, de exquisita factura, y donde los niños de la Escuela GaitaBaralt dejaron a la audiencia con un gratísimo sabor de éxito en la boca y el corazón. Gracias, “Mito”.

Fabiana Adriana de Pardi, presidenta del Camlb, dictó cátedra de nobleza. Narró las patéticas circunstancias físicas y administrativas en las que consiguió el edificio que León Hoet inauguró, en 1931, y que la inolvidable maestra escultora, Lía Bermúdez, convirtió en ese multifacético centro cultural que se inaugurara en 1993. Ha sido una muy dura labor la emprendida por ella, quien según contaba, comenzó por tratar de devolver la autoestima a los empleados y obreros, al tiempo que procesaba ingentes cuotas de resiliencia pura para ir recuperando espacios y programas.

Desde la Plaza Baralt y su entorno, pasando por el área museística u escénica, hasta llegar a esa condición sui generis de sitio emblemático de la urbe, frente al lago y su puerto bendito. También hizo mención especial a la administración gubernamental que ella representa y que permea buena parte de estas instituciones concitadas. Bien merecido ese aplauso a la gerente Adriani de Pardi, elegante y bella como siempre.

Al laureado artista Gregorio Boscán habría que hacerle un monumento, semejante al que él mismo realizó para la entrada del Aula Magna de la URU. Esto de dejar de lado su propia obra creadora como escultor y artista múltiple para consagrarse a esa “tarea exorcista” de recuperar el Maczul, resulta conmovedor. Por fortuna, su tesón y empeño comienzan a fructificar. Y tras un balance patético de tanta lenidad e iniquidad juntas, anunció que este sábado 17 de Mayo, en hora crepuscular, estarán reinaugurando el sistema de iluminación del museo. Eso es, de por sí, un logro inmenso.

Devolver algo de luz al Maczul. Un detalle no puedo soslayar: durante su intervención, el maestro artífice no mencionó la inmensa importancia que tuvo la participación directa del sector privado, léase las familias Pineda Belloso, Gelman y Quintero Velasco, las cuales, en conjunción con la propia LUZ y otros sectores públicos, posibilitaron aquella inauguración titulada El infinito canto de este sol, curada por el genio de Manuel Espinoza. Este cronista estuvo ahí, cerquita, en el “back stage” de esta iniciativa. Testimoniante.

Después entrarían los representantes de la URU, cuyo director de cultura es Asdrúbal Castillo; Juliana Marín, Decana de la Facultad Experimental de Arte, Feda. Ellos, obvio, destacaron los logros y proyectos de sus respectivos quehaceres y en especial la doctora Marín, quien resaltó el empeño en lograr la plena recuperación de La Ciega y en continuar esa estupenda labor de extensión que la Feda viene cumpliendo. En tal sentido también el cronista cultural da fe de que, por ejemplo, durante la pandemia de C19, fue la única entidad universitaria que no cerró sus puertas de manera total. Eso lo reconocemos quienes durante ese aciago tiempo, ensayábamos teatro ahí, en ese espacio de arcadas.

Tras diez minutos de receso pertinente, muy rico en su servicio, habló nuestra bienamada colega, Mexi de Donato, en su condición de Directora de la Alianza Francesa de Maracaibo. Si alguien conoce bien los intríngulis de lo hasta ese instante tratado, es ella, quien ha trabajado con varias de las instituciones previamente expuestas.

Con su habitual buen humor, Mexi ratificó que la AFM desborda sus intereses iniciales de enseñar el idioma francés y conectar la cultura de ambos países, mostrando una muy gama de actividades artísticas y culturales, sustentadas en inteligentes alianzas estratégicas con distintas matrices de participación, lo cual convierte a su institución en una ejemplar ruta de interacción cultural de finísimo vuelo.
El señor Jesús Amado, en representación del Cevaz, también proporcionó datos, imágenes y estadísticas en las que queda demostrada esa íntima e histórica conexión entre los dos países.

Enrique Rincón brindó un concierto de palabras para advertir en torno a los riesgos que conlleva restringir el campo de la cultura a su mera connotación educativa y, haciendo un guiño al maestro Caballero Víctor Fuenmayor, invitado de lujo del evento, subrayó la naturaleza individual del hecho creador donde, según refería, sin desmedro alguno del carácter colectivo que por naturaleza posee el asunto cultural, siempre nace en el alma de cada individuo en particular. También citó a Juan de Dios Martínez Suárez, para instigar nuestra pasión por reconocernos desde el sabio conocimiento de lo que somos.

La ponencia de Jimmy Yánez sintonizó muy bien con esa naturaleza post encuentro (sí, serán necesarios más encuentros como este, sin duda) y citó varias fuentes jurídicas o constitucionales donde queda consagrado, como un derecho y un deber, tanto de los empresarios como de los ciudadanos, de involucrarse y participar activamente en estos debates de naturaleza pública.

Yánez habló de El valor de la Solidaridad: En el contexto de la cultura, la solidaridad adquiere un valor polifacético, multidimensional, diversificado, se habla de una solidaridad profunda entre los actores sociales como lo son las Organizaciones Culturales, Organizaciones Públicas, Organizaciones Privadas y las comunidades, entre otras.

Marlene Nava Oquendo es una institución viviente, ella solita, con su Casa Günther, homenaje al maestro G Castillo Stamberg, con su constante vigilia desde su balcón de la iglesia Santa Lucía, con ese libro importante donde da cuenta de la importancia que tiene la figura de María Calcaño para las generaciones futuras y, por encima de todas las cosas, por ser honesta y consecuente con su pensamiento y vivencias. En diciembre ella cumplirá 80 inviernos y desde ya hemos propuesto hacerle la madre de todas las fiestas, con gaitas, jazz, rock, guarachas de organito y las canciones francesas que tanto le gustan.

Para Levit Aguilar, payaso trashumante y sensible, creador de la Asociación Zuliana de Artes Escénicas, Azularte, que aboga por una gestión cultural esencialmente inclusiva (ha recorrido casi todos los municipios del Zulia, llevando alegría para los más desprotegidos) y cuyo proyecto de 5000 títeres para los niños y niñas es una belleza absoluta. Un artista honesto.

Cerró Jon Aitor Romano, director de cultura de LUZ. Es probable que si hubiese mencionado el nombre de sus antecesores habría cosechado más aplausos, pero para nadie es un secreto que en las condiciones institucionales de nuestra Alma Máter, hablar de cultura en el sentido oficial es casi una utopía. Pero en eso anda quien, para resumir el quid del problema, citó a su madrecita: “El dinero no lo es todo pero quita los nervios”.

Las instituciones participantes mostraron sus respectivos stands. (Foto cortesía Raquel Ocando).

Noticia al Día/ (Alexis Blanco. Fotos cortesía)

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